martes, noviembre 01, 2005

Semana de Viaje

La semana pasada fue una semana de estrés y viaje. No todos sabrán, pero tuve que participar en la final nacional de un concurso de simulación de negocios que hizo Universia. Para más detalles sobre el concurso remítanse a universia.net.mx
La cita para los ocho finalistas de noventa y seis era en la Escuela Bancaria Comercial, muy cerca de reforma, a dos cuadras de hecho. Eran las ocho de la mañana, pero cabe señalar que desde las cinco de la mañana había despertado. El concurso se resumía en leer estados financieros y llenar una hoja de decisiones, que iba desde el I&D hasta planes de producción. Así que, tuvimos que tomar cinco decisiones en periodos de una hora por otra hora y media de descanso. Pero eso no era todo, tuve que comer en la mierda de McDonald’s y después de otras dos rondas de decisiones el día terminó a las seis de la tarde.
Pude regresar a mi habitación en el hotel que estaba a dos cuadras, bañarme y apenas recostarme cinco minutos para volver a la cena de “gala” donde entregarían los premios finales. La cena fue lo más ameno de todo el día, pudimos seguir interactuando los finalistas, intercambiamos direcciones y hasta pudimos bromear acerca del concurso y el ganador. Para el que se lo pregunté, todo acabó con un diploma y reconocimiento a todos por llegar después de dos fases a la eliminación final. Terminé mi participación en sexto lugar, contento y muy cansado. Pude caminar hasta mi hotel en la madrugada del DF, me metí en la cama y no supe nada hasta las diez de la mañana del dia siguiente las diez de la mañana.

Y aquí regreso al inicio de viaje. Para el que no se haya dado cuenta, me encantan los cambios bruscos de tiempo. En fin, para el concurso me tenía que presentar como ya les dije a las 8 de la mañana del miércoles, por lo tanto tuve que estar en el DF un día antes. Y en este momento se presento la primer HIGH de la semana, porque, días antes había acordado con Mariana que nos veríamos para cenar. Lo cual ocurrió para mi gusto y espero que para el de ella. Pudimos cenar en la condesa en Mama Rosa, no fue tanto la cena sino el chisme tan a gusto que pudimos hacer lo que hizo tan buena la velada. Mariana me cae muy bien, y me cae mejor porque entre ella, Rocio e Ileana me hicieron aprender algunas cosas buenas de la vida. Jajaja

Cuando me levanté, había quedado aun la resaca de un concurso de más de doce horas de duración, mi estómago estaba lleno de café, galletas, una hamburguesa de McDonald’s y la “Cena de gala”. Mi camión a Celaya salía a las 4 de la tarde, así que decidí bañarme, hacer las maletas y salir a las 11 de la mañana a caminar por Reforma. Mientras me daba cuenta del trabajo de paisajismo urbano extraordinaro que lograron, el gobierno y el magnate Slim, porque pudieron remontarme a los Champs-Elysées, me encontré con el Sheraton Isabel y el Sanborns. En ese momento decidí quedarme a desayunar unos chilaquiles, deliciosos, no los mejores, pero para esa situación eran gloria para mis fauces.
Desayuné solo, reflexioné acerca de el finalizar de una pequeña etapa, y de que tenía que hacer con la otra. En fin, una discusión de mi mismo, contra mi mismo. En el inter pude escuchar música de mi palm, beber café, y corregir un poema. Me tomé otro sorbo de café, hablé por teléfono con Yadira y Natalie, y quedamos de vernos a mi regreso en la central.
El llenado incesante de la taza de café me llevo, de la línea uno a la línea dos. Me llevó a bostezar, buscar un puro que no tenía y finalmente a pedir la cuenta. Salí del Sanborns, no sin antes husmear por la tienda. Finalmente, decidi sentarme en una banquita de piedra enfrente del angel, con el fondo de la torre mayor. Expendí media hora de mi vida viendo los coches circular en la glorieta más famosa de México. Cuando el reloj me dictó que eran las dos le tarde, caminé a la “Pink zone” como escuché llamarla a varios chilangos. Estuve cuarenta minutos caminado por calles húmedas, llenas de árboles y gente que pareciera caerse agotada en cada paso. Fue otro HIGH de la semana, cuando puedes ir entre el estrés y el apuro de tantas personas, siendo tú el único que toma de todo eso, un pequeño espacio de placer y ocio que puede saciar tus ganas de vivir por ese día.

Sinopsis:
HIGH’s Cenar con una amiga en un buen restaurante, y sobre todo, llevar la amistad más allá de España.
Hacer conocidos en un día.
Desayunar sólo, ver el Ángel y disfrutar del estrés de la ciudad de México

DOWN CHARLES

Tener que estar en un concurso por todo el día. Por supuesto no ganar.

Para finaliziar dejo el poema que estuve fabricando todo este tiempo, no es mi costumbre poner textos mios por este medio, pero me parece que la importancia del mismo en todas estas semanas me llevaron a colocarlo en este post.

OTOÑO DE UNA AUSENCIA


En el ocaso de tu sonrisa aparece la belleza.
Duerme en un costado el andar de tus últimos sueños;
Deslizados en la espalda de mis temibles miradas,
Espantadas, a veces, por tus ojos que me alcanzan.

Es mi arte, no lo ves, consumirte en un suspiro
Es mi amor, no lo sientes acercarse decidido
Escucha al tiempo despojarse del pasado
Arrepentido por no haber sido nuestro amigo

Resbalan, mojadas, las piedras de mis últimas creencias.
Ves el polvo que levantas, es muerte de tu ausencia.
Como duelen mis palabras cuando inundan tus labios.
¿A qué saben mis susurros? Si olvidaste donde estamos.



Hasta pronto.
Carlos

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